Tercera edición de la Quedada Popular entre San Esteban de Gormaz y El Burgo de Osma, caminata y carrera en un recorrido campo a través entre ambas localidades.
El pasado 14 de abril, celebración del Viernes Santo, fuimos convocados a una nueva quedada popular de caminata/carrera entre San Esteban de Gormaz y el Burgo de Osma. La propuesta consiste en recorrer la distancia que separa ambas localidades, andando o corriendo según las preferencias de cada cual, con la peculiaridad de que se va alternando cada año el origen y el destino de la ruta, de tal forma que si el año pasado se salió desde el Burgo, este año tocaba salir desde San Esteban, como en la convocatoria original. Van tres años seguidos y la historia tiene pinta de que se va consolidando.
El llamamiento se hizo hace ya más de 1 mes y a fe que fue exitoso, pues más de 300 personas nos reunimos frente al polideportivo de San Esteban dispuestos para la ruta, ¡bien por los promotores de la aventura, Roberto y Santos!
Así pues, tras unas breves palabras de Rober para inaugurar la ruta y la típica foto de grupo con el castillo medieval de fondo nos movimos hacía el Molino de los Ojos por el conocido camino del Molino. Enlazamos después con la senda que discurre junto al Duero hasta la entrada de la granja del Quiñón.
De ahí a la izquierda hasta el ecomuseo del Molino de los Ojos y el parque del Románico para seguir la senda que rodea el paraje de la Pedriza y que aproximadamente 1 km después desemboca en otra senda más ancha que lleva hasta la carretera y el pueblo de Pedraja de San Esteban.
Cruzamos Pedraja, donde la organización montó un oportuno avituallamiento, y a la salida tomamos la pista que conduce a Alcubilla del Marqués. La aventura empezaba a ponerse exigente pues nos encontramos el primer repecho serio del día y el sol ya calentaba con justicia. Esta vez no tocaba visitar Alcubilla, así que antes de llegar al pueblo tomamos la pista que sale a la derecha y que va en dirección al polígono industrial de la Güera.
Seguimos por la ancha y cómoda pista durante kilómetro y medio más o menos. A estas alturas el numeroso batallón inicial estaba ya del todo disperso en mil pequeños grupos, pues cada cual iba a su ritmo. Aquí también nos alcanzaron los primeros corredores, que habían salido una hora más tarde de San Esteban.
Abandonamos la pista para tomar una senda a nuestra izquierda que remonta hasta el alto del paraje de las Cabezas, gira hacia el norte y baja hasta la carretera que une el polígono de la Güera con la nacional N-122. Cruzamos la carretera para subir de nuevo en otro exigente repecho. Poco después apareció un camino que, arriba y abajo siguiendo la caprichosa orografía y con la atalaya árabe de fondo, iba a dar a la N-122 frente al alto de Las Minas. Pasamos junto al pequeño museo del castro arévaco de Uxama y campo a través descendimos un pequeño barranco por los parajes de la Umbría y el Palomar hasta entrar por fín en Osma.
Salimos por la iglesia de Santa Cristina y cruzamos el puente sobre el río Ucero, frente el castillo que mil años atrás se disputaran las huestes de Almanzor y los cristianos de Osma. ¡Historia celtíbera, romana, musulmana y cristiana concentrada en unos pocos kilómetros!
Ya del otro lado del Ucero caminamos cómodamente por el paseo paralelo a este y entramos al Burgo atravesando la muralla por la puerta de San Miguel.
Y como no podía ser de otro modo nuestra aventura acabó junto a la catedral de la Asunción, aunque justo antes de llegar a la plaza y portada de la misma, nos tentó más "refugiarnos" en el palacio del Virrey, para rehacernos de los rigores del camino con una "frescas" y un oportuno ágape que nuestros amigos del Burgo nos tenían preprarado para la ocasión.
Y por este año fin de la historia. Fueron 17km de caminata/carrera, exigente pero gratificante, en la que no hubo que recordar el viejo adagio aquel de "se nos ha ido de las manos". Hasta el año próximo, donde recorreremos (y disfrutaremos) la ruta a la inversa.
¡Ese juglar... si señor!!!
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