(4 meses sin llover y tenía que tocar hoy).
- Caminantes: 19.
- Km andados: 12km, metro arriba, metro abajo.
- Barro acumulado en las botas: 35m3 aproximadamente (en cada bota).
- Tiempo total: 4 horas (contando paradas).
- Salida: San Esteban de Gormaz a las 9h hora local.
- Pasos:
- por la Atalaya de Quintanilla a las 09h 45min.
- por las Chorreras a las 10h 30min.
- por Quintanilla a las 11h 05min. Almuerzo.
- Llegada: San Esteban, aproximádamente a las 13h.
No sólo de las salidas dominicales vive el sanbureño, el fin de semana fue completito...Además de la excursión del Domingo, el Sábado también hubo actividad de SanBur, esta vez ciclista como nos cuenta el capitán Vidal:
RUTA CICLOTURÍSTA:
Desarrollada según programa. Para ser la primera convocatoria de una "quedada bicicletera" creo que éxito absoluto:
21 miembros desde Sanes y 6 desde el Burgo (que salieron a nuestro encuentro y no nos encontraron...).Bonito recorrido; tarde ideal para la práctica deportiva en bici; característico buen rollo; habrá más "quedadas".
Un apunte: al puente de la vía férrea que cruza el río Ucero desde La Olmeda hacia la Rasa, los amigos de lo ajeno le están desmontando todas las chapas... en breve no quedará ni puente.
Toda una odisea cruzarlo con las bicis...
Y el Domingo, cómo no hicimos la...
RUTA SENDERISTA A LAS CHORRERAS:
Día plomizo, gris y lluvioso... que a buen seguro espantó a más de uno al asomarse esa mañana por la ventana...
...pero ahí estábamos 19 bravos sanbureños (Vidal puso 21, pero yo creo que eramos 2 menos, aunque tampoco es que yo sea un hacha en matemáticas) que emulando a los españoles que otrora lucharon contra los elementos enrolados en la Armada Invencible y a la conquista de la "Pérfida Albión", han cumplido con creces el objetivo marcado: la localización del curioso paraje de las chorreras de Quintanilla
(vale, esto se lo he robado a Vidal que envió una nota con el resumen de la ruta, 'pá' que vean que uno es un decente escribano y reconoce los mini plagios).
Minutos antes de empezar esperando a que llegara todo el mundo, empezó a chispear. Mal presagio, aunque algunos todavía conservabamos el optimismo:
"pero si lleva 4 meses sin llover, seguro que se acaba despejando el día".
Total, que el chispeo se convirtió en lluvia ligera, la lluvia ligera pasó a lluvia más fuerte y para rematar apareció el viento.
Y claro, ¿terreno arcilloso y lluvia contínua que dan como resultado? Efectívamente, barro. Es increíble la facilidad que tiene el barro para acumularse en la suela de las botas. Y da igual que te entretengas en quitártelo, a los pocos metros ya vuelves a transportar 2 kilos en cada pierna. Señores fabricantes, ¿no podrían inventar unas botas con suela mejorada con superfície-especial-repele-barro?. Si ya las hacen de membrana impermeable y suela anti-piñazos. Si se animan aquí tienen un futuro comprador.
Y como íbamos diciendo así continuó la lluvia hasta poco antes de la una de la tarde, justo cuando estabamos casi de vuelta en San Esteban (para desesperación del personal).
Las Chorreras de Quintanilla.
Pero con lluvia o sin ella, no cejamos en nuestra particular búsqueda: caminando siempre entre numerosas encinas sin mucha dificultad dimos con las afamadas (en Quintanilla al menos) Chorreras que, bueno, tampoco nos parecieron impresionantes. Como si de la búsqueda del dorado se tratase (por seguir con el símil histórico), alguien sugirió que eso no eran las auténticas chorreras, que estas estaban más o menos por allí pero que las que veíamos en ese momento no eran las 'buenas'.
Sea como fuere, resulta que estábamos ya un poquito hartos de chupar tanta agua, de modo que pusimos la directa hacía Quintanilla de Tres Barrios.
Y una vez allí sin perder un segundo nos metimos de cabeza al bar/local de la Peña el Coyote donde acertadamente nos dedicamos a almorzar (acto este, recuerdo, obligatorio en toda actividad de Sanbur) en perfecta complicidad y simbiosis con el paisanaje local (alguno 'socializó' más que el resto). Como siempre se respiraba buen rollo...si es que somos más majos.
El local de la peña el Coyote, que invadimos pacíficamente.
Y tras diezmar la reserva de cervezas del lugar, volvimos sin más inconveniente a San Esteban esta vez por la carretera hartos del terreno embarrado, pero agradeciendo despues de todo la lluvia, que tanta falta hace últimamente.
Dice David que se puede comentar sin problemas seleccionando Anónimo en el desplegable, y lo voy a probar ahora mismo.
ResponderEliminarHay que volver a las Chorreras, porque por lo visto las que vimos eran la versión "encogida" de las buenas....
Buena rutilla ayer por la vía! El chocolate, de vicio!