El pasado domingo 16, y con un retraso de unos pocos días respecto a años anteriores, cumplimos con la tradicional Ovochorizada, que año sí, año también, marca el comienzo de la temporada montañera del grupo San-Bur. Ya vamos por la edición número 5.
Como bien podrá adivinar quién aún no sabe de que va esto, la Ovochorizada es una jornada habitualmente dominical, que comienza con una caminata no demasiado exigente, y finaliza con una comida consistente en......huevos con chorizo. En cada ocasión visitamos un pueblo de los alrededores de San Esteban y esta vez nos fuimos a Rejas y Villálvaro, ¡válgame!.
Diario de la ruta:
Gráficos y perfil de la ruta, cortesía de Jose María Villares (y su gps).
La salida fue a las 08:45h: Comenzamos en el frontón San Esteban algo más de 50 personas, en una mañana espléndida, enfilando por la calle Mayor, camino de Rejas.
Anduvimos primero por la carretera que lleva a Matanza de San Esteban, y después de algo más de 1 kilometro tomamos el desvío por el camino que lleva sin pérdida hasta Rejas por el alto de Carrastámara, dejando a los lados varios viñedos (ya sin uva tras la reciente vendimia) y algún que otro grupo de pinos.
A las 10h y 15m ya nos hallábamos en Rejas, donde antes de llenar la panza, alimentamos nuestra sed de cultura, con una visita guiada a las iglesias románicas de San Ginés, iglesia principal de Rejas y San Martín, iglesia del siglo XI con ábside circular en la que destacan su pórtico y sus pinturas murales.
Exterior de la iglesia de San Ginés, iglesia principal de Rejas.
Una antigua carraca, en la iglesia de San Ginés.
Después sí, almuerzo largo y unos cafés en el bar de Rejas, que amablemente nos abrieron para la ocasión. No había mucha prisa.
Interior de la iglesia de San Martín, en Rejas.
A las 11:30h, reanudamos nuestra ruta hacia Villálvaro, por el camino que sale de las bodegas en dirección a Zayas de Báscones. Estábamos dando en realidad un buen rodeo, pues tras ir unos cuantos kilómetros hacia el norte, giramos de repente dirección este. El calor apretaba y salvo un pequeño pinar que cruzamos el paisaje era por aquí cuasi-desértico.
La intención de la revuelta que dimos era para visitar la ermita de la Virgen de las Lagunas, imponente construcción románica, recientemente reconstruída tras años de abandono. Probablemente fue la iglesia del despoblado de Lagunas allá por la edad media. Su nombre es origen del apellido del comunero Juan Bravo de Las Lagunas.
La ermita de Las Lagunas recientemente restaurada, cerca de Villálvaro.
14:15h, estábamos en Villávaro. Sin perder un segundo nos dirigimos al bar a calmar nuestra sed con cerveza fresquita.
A eso de las 3 y cuarto de la tarde nos sentábamos a la mesa, para degustar los siempre bien merecidos y bien restaurados en alegre fritanga, huevos con chorizo, como dice el capitán. El cocinero jefe esta vez fue Juan "el pintor", ¡estupendo trabajo! quedas contratado para el año que viene.
Y hasta aquí el relato de nuestras andanzas por Rejas y Villálvaro. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Una vez más, agradecemos la colaboración desinteresada de la gente de ambos pueblos que nos hicieron la visita más que agradable.
Los integrantes del grupo SanBur cansados aunque felices tras la agotadora jornada.
Y el año que viene, la candidatura ganadora para celebrar la VI Ovochorizada SanBur, en dura pugna con Hong Kong, Paris y Ciudad del Cabo es.....¡Morcuera!.
No hay comentarios :
Publicar un comentario